El lenguaje de los pies. Como tratarlos e interpetrar sus posturas
   

El lenguaje de los pies. Como tratarlos e interpetrar sus posturas


El lenguaje verbal se utiliza para transmitir información y el no verbal para transmitir estados y actitudes personales.

Aunque no seamos conscientes, los pies juegan un papel fundamental en las etapas de la vida, son la base que sostienen el cuerpo cuando este está de pie.

Los pies son como un libro donde se refleja la personalidad, la inteligencia, el temperamento, el carácter, la estructura biológica y los aprendizajes de cada uno. La personalidad son aquellos aspectos que diferencian a un individuo de otro y es característica de cada persona y lo hace único.

A veces ocultamos nuestra personalidad con nuestra forma de actuar, haciéndolo diferente a como realmente somos.

La reflexología tiene su base en el conocimiento de la localización de una serie de zonas que se manipulan para, restaurar las corrientes energéticas linfáticas y sanguíneas liberando mediante el masaje una serie de impulsos que activan y vitalizan el tono de los órganos sobre los que tienen influencia.

La Reflexología además de problemas físicos, también reconoce datos sobre la personalidad, la conducta, el comportamiento, las penas y los conflictos que dejan señales en zonas concretas de los pies.

Con la Reflexología y la aplicación del conocimiento de la Personalidad, a través de los pies, podemos ayudar a las personas a abrirse, para que se sientan seguras, haciéndoles saber que la fuerza, la tranquilidad y el control sobre sus vidas está en ellas y no fuera, para aceptarse, quererse tal como son y que todo su lenguaje corporal transmita esa seguridad.

Cada dedo del pié representa un elemento y un chacra y según sean del pie izquierdo o el derecho, la forma, o la separación que hay entre ellos mostrará las diferentes facetas de las emociones.

La lectura de los dedos parte del convencimiento de que cada uno de ellos expresa una emoción o energía. La forma y posición del dedo nos enseña cuáles son las relaciones de la persona con sus chakras o centros energéticos.

Los dedos indican:
Cuando dos dedos están separados, significa que las energías no circulan entre ellos, si los tres dedos centrales están doblados a la altura del meñique y el pulgar indica una tendencia a la manipulación, si están subidos y no tocan el suelo, revelan a personas fantasiosas con predisposición a escaparse… y así hasta cuarenta características diferentes combinando  formas y posturas, que reflejan el momento personal que está viviendo.

Un dedo liso, expresa los sentimientos o las reflexiones de tipo intelectual de forma sencilla pero decidida.
Un dedo con bultos,  indica que estamos ante una gran cantidad de energía oculta.

Un dedo en forma de cuello de botella, como si estuviera apretado en la parte central, indica que la energía se estanca temporalmente y cuesta hacerla circular.

Los dedos anchos y grandes corresponden a personas locuaces, muy habladoras.

Un dedo en tensión presenta un color distinto a los demás debido al aumento de energía y actividad.

Un dedo desviado de su postura originaria que se ladea hacia el meñique señala una superación del pasado y ganas de afrontar el futuro y de superación.

Los dedos doblados  en la línea del pulgar y el meñique indican cierta capacidad para la manipulación.

Un dedo con la punta cuadrada, refleja una persona brusca, poco flexible, autoritaria y poco diplomática, que sabe defenderse cuando la atacan. Afirma sus ideales con firmeza.

Si tiene marcas abultadas y horizontales en la uña, la energía relacionada con un dedo de ese tipo, provoca inseguridad emocional.

Un dedo levantado, corresponde a personas fantasiosas con tendencia a soñar despiertas, a evadirse de los problemas y de la realidad que no le satisface.

Si tiene forma de gancho, refleja una persona que ha sido dominada por una autoridad que no le ha permitido expresarse libremente.

La punta redonda del dedo indica una personalidad sumisa y temerosa de emitir su opinión.

Un dedo en forma de espátula suministra una gran cantidad de energía, que se manifiesta con fuerza y de modo imprevisto.

Los juanetes indican que se está ocultando alguna emoción. Cuando quien los tiene hace algo que no considera correcto,  este estará en el dedo relacionado con la expresión de ese sentimiento.

A los dedos del pie izquierdo, les afectan, la tristeza, la creatividad, el amor, el optimismo, la confianza y el sexo.

A los dedos del pie derecho, las siguientes, la alegría, el deseo, la agresividad, la decisión, el afecto, el miedo y la inseguridad.

La estructura ósea del pie se completa entre los dieciocho y los veinticinco años, análogo al proceso de madurez física. Aunque ni el pie, ni los dedos, dejan de cambiar en proporción al crecimiento interior de la persona.

No hay que poner dificultades al desarrollo de un pie en crecimiento.
Cuando estamos de pie, a veces dejamos caer el peso del cuerpo sobre una sola pierna, si es así, una de las piernas queda recta y la otra un poco flexionada, dejando ese pie un poco avanzado con respecto al cuerpo, esto es se llama “la postura del pie adelantado”, este siempre señala la dirección hacia la que queramos ir en un futuro inmediato.

Las posturas de las piernas y los pies son las más inconscientes,  controlamos los gestos faciales, pero dejamos de lado otros.
  • Piernas abiertas, estando de pie, indica dominancia, poder, independencia.
  • Vaivenes rápidos, expresan deseo de fuga.
  • Piernas cruzadas reflejan que la persona está a la defensiva. En las   mujeres, es por educación.
  • Cruce de piernas y de pies, estando sentados, es doble barrera protectora.
  • Sentarse en el borde de la silla, atención y expectativa, a veces inseguridad o subordinación.
  • Acomodarse en el sitio indica una actitud de vanidad y de dominio.
Naturópata