La autoestima
   

La autoestima

La autoestima es la percepción emocional, que tenemos de nosotros. Se puede definir como amarse a uno mismo, un sentimiento valorativo de nuestro ser, de como somos, del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra personalidad. Para esto hay que ser conscientes de nuestras virtudes y nuestros defectos (autoconcepto) así como de lo que los demás dicen pensar de nosotros (heteroconcepto) y sentir hacia nosotros (heteroestima).

Implica, por lo tanto, respetarnos a nosotros mismos, y también ayudar a los demás a hacerlo. La autoestima es el requisito indispensable para unas relaciones interpersonales sanas.

La autoestima es una consecuencia

El sentimiento de mi valor no puede aparecer sino hasta que yo deje ir una tonelada de creencias que cargo conmigo. Creencias tales como: “yo no sirvo para eso” o “nadie me quiere” o “he fracasado en todo”.

Estas creencias me disminuyen, me invalidan, me empequeñecen y muchas veces ni siquiera las oigo.

Puedo estar conciente de algunas de estas creencias. Otras pueden estar por allí ocultas, esperando su oportunidad para salir y hacerme la vida difícil.

“Entonces, las enfrentaré hasta darles muerte”.

No. Tendré menos posibilidades por ese lado.

Por allí tengo todas las de perder. No lograré triunfar luchando en contra de esas creencias. Batallar en contra de ellas solamente las hará más grandes. Es como querer apagar el fuego echándole más leña.

Luchar en contra de ellas me va a llevar a un estado de negatividad, de ver tanta cosa que me hace sentir mal, de revolcarme en el polvo por una batalla perdida.

No. Ni ese es mi camino, ni tengo tiempo que perder.

En vez de enfrascarme en un combate por matar hasta el último de “todos esos bichos en esta poza”, prefiero irme a la fuente y abrir la compuerta para que se venga un poderoso torrente de agua fresca y lave todo ese barrial.

Una analogía simplista, si, pero describe el camino más poderoso para llegar al punto que quiero llegar.

En vez de gastar tiempo precioso mortificándome en “arreglar cosas”, mi camino es soltarle las amarras a mi potencial interior y dejarlo correr.

“¡Que rico se siente eso…!”

Mi camino es ir a la fuente y dirigir todo ese flujo extraordinario de energía hacia mí. Pongo mi atención en la fuente y no en los bichos o en el barreal.

“¿Qué? ¿Qué no le preste atención a estos sentimientos que me invalidan? ¿Qué los ignore y ponga mi atención en otro lado? ¿Qué clase de consejo es ese? Son bichos reales, aquí están, aquí me pican, aquí me duele ¿es que no puede ver?”

Mientras más me revuelque en esa poza, más me llenaré de barro y más bichos me picarán.

¡Me salgo de ahí ya! Me voy a la fuente pues solo allí encontraré el chorro de agua fresca que puede limpiar toda esta necedad.

¿Cómo mejorar mi autoestima?

Para aprender cómo mejorar mi autoestima empiezo por hacerme selectivo con los pensamientos que permito en mi mente, una mente que sólo yo controlo desde mi conexión con mi esencia.

“ahora siento que sí valgo como persona”
“ya me acepto como soy”
“ya no juzgo ni culpo a nadie de lo que sucede en mi vida”
Para aumentar mi autoestima no tengo que luchar en contra de lo que me tortura, sino dirigir mi atención hacia todo lo que me construye, me integra y me libera.

Cambio la dirección de mis pensamientos.

“Curioso que con sólo eso. Parece sencillo, ¿cuáles son los pasos para subir mi autoestima?

Pasos para subir la autoestima
Los principales pasos para mejorar mi autoestima son nueve y el orden es relativamente natural, pero no rígido. Estaré dando pasos adelante y brincando atrás constantemente, hasta que los haga todos a la vez.

Los pasos para elevar mi autoestima son:

  1. Reconocer las voces dentro de mi mente que me disminuyen
  2. Reformular lo que dicen esas creencias y opiniones
  3. Poner mi atención sólo en pensamientos constructivos
  4. Tener conciencia de la emoción que generan unos y otros
  5. Reconocer que los pensamientos que se sienten bien son los que me construyen y los que se sienten mal me disminuyen
  6. Elegir la dirección de mis pensamientos
  7. Silenciar mi mente para permitirme sentir mi esencia
  8. Fortalecerme con la fuerza interior que brota
  9. Empezar a disfrutar de este camino, apreciando cada pequeño paso que logre dar
  10. Tendré la guía necesaria para emprender este fabuloso viaje de cómo elevar mi autoestima. Por ahora lo importante es elegir si quiero un cambio importante en mi vida o si prefiero mantener mi estilo de vida actual y mis creencias viejas.
Transformarme es una elección
Elijo tener una autoestima alta. Elijo sentirme muy bien conmigo mism@, quiero saber que tengo valor como persona, que merezco las cosas buenas.

Reconozco que todas las creencias viejas que cargo me han llevado por caminos inadecuados para alcanzar lo que más quiero. Por eso, elijo libre y concientemente cambiar todo lo que tenga que cambiar para entrar en esta nueva etapa de mi vida.

¿Puedo permitirme la libertad de elegir cambiar?

¿Puedo sentir ya una corriente de energía fresca y poderosa?

¿Puedo sentir como se empieza a desatar mi fuerza interior y una sensación cálida de aprobación surge desde lo más profundo de mi ser?

En este sitio encontraré un proceso impresionante, novedoso y efectivo para descubrir mi fuerza interior. Al realizarlo, logro aumentar mi autoestima, la apreciación de mí mism@ y de todo lo que me rodea.

El objetivo principal es conectar con mi esencia.

¿Qué es mi esencia?


Mi esencia, mi alma, mi ser interior o como yo prefiera llamarle es esa parte de mi ser que no es terrenal. Es mi parte eterna y es más sabia que todos los maestros, gurús, sacerdotes y consejeros profesionales juntos.

Nadie puede alegar que sabe qué es lo que más me conviene a mí. Nadie puede saberlo porque eso sólo cada quien lo puede saber.

Por eso, aunque este sitio presenta los pasos para mejorar mi autoestima, en todo instante, es mi esencia la que me guía en este proceso.

Es la mejor guía que puedo tener porque es la parte mía que me conoce mejor, que sabe qué es lo que me conviene y que conoce a la perfección el camino para alcanzarlo.

Aunque no se comunica conmigo de la manera acostumbrada, sabré reconocer sus mensajes. Es mi brújula para salir de la espesura.

Cuando conecto con mi esencia, con lo mejor de mí, todo lo demás se acomoda gentilmente.

Fuente: Creciendo como persona