La vida que vale la pena vivir
   

La vida que vale la pena vivir

Vale la pena seguir estos sabios consejos para llevar una vida más alegre. Con estos pasos tendrás como resultado, que te encontrarás viviendo más en el presente. Aumentarás tu armonía, alegría, felicidad... No te parece excelente para llevarlas a cabo.

Principio 1: ten metas significativas y desafiantes.

La vida sigue adelante, sin tener en cuenta si nos resistimos o fluimos con ella. Si tú tienes metas claras, enfocadas y de valor, ellas te mantendrán en la dirección correcta y hacia esferas más altas. Una vida con sentido, se mueve a diario hacia la mejora, la sabiduría, la paz y la fortaleza interior. Encuentra hoy tu propósito. Esto te garantizará la paz que deseas, el éxito que mereces y la felicidad que buscas. Sueña con grandes metas y no permitas que nadie te desanime. Fíjate metas, dales vida y actúa.

Principio 2: ve la realidad, no las ilusiones.

Toda la vida es una experiencia de percepción. Filtramos las experiencias de nuestra vida a través de nuestros paradigmas. La vida no es lo que nos pasa o lo que pasa alrededor de nosotros, sino lo que elegimos ver y la manera en que respondemos a eso. Aprende a ver más allá de tus prejuicios, opiniones, creencias e ilusiones y conócete. La vida es un aula donde hay un flujo constante de maestros que nos ayudan a superar nuestras limitaciones personales. Olvídate de los errores, pero recuerda sus lecciones.

Principio 3: utiliza tu poder de elección de manera sabia.

A cada momento estamos tomando decisiones. Algunas nos cambian la vida y otras parecen insignificantes en el momento. Pero todas las opciones tienen consecuencias. Algunas positivas y otras negativas. Siempre tenemos opciones. Algunas de ellas pueden no gustarnos, pero las tenemos. Las decisiones que tomamos son la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida. Si escogemos sabiamente, nos acercamos más fácilmente hacia la meta. Si no, nos retrasamos. Cada uno de nosotros es responsable por la calidad de nuestra vida. Señalar con tu dedo a otra persona, culpándola de tus resultados, sólo te hará sentir frustración. Cada uno de nosotros es libre de escoger cualquier camino. Así que escoge sabiamente, porque la cosecha de mañana depende de tu siembra de hoy.

Principio 4: haz lo que amas.

Para estar verdaderamente contento, ser exitoso y productivo, es necesario descubrir qué es lo que amas y te apasiona. Sólo cuando encuentres y sirvas a ese propósito, honrarás la vida con tu talento, deseo y entusiasmo. Si tú te encuentras atascado en una posición, carrera, o relación (donde no hay pasión ni amor real), te desgastarás poco a poco cada día. Es poco probable que tú ames cada aspecto de tu carrera o trabajo. Siempre existirán tareas que son desagradables o molestas. Sin embargo, el desafío real es aprender a hacer con amor esas cosas que no te gusta hacer.

Principio 5: vive sin culpa.

Vivir con culpa es robarle al pasado tus recuerdos agradables, al presente tu alegría y al futuro tu paz. Toma decisiones y actúa hoy, para asegurarte una vida tranquila y plena de armonía. Aprende a vivir el presente con asombro, respeto y la plena conciencia de cómo tus acciones impactarán en tus actitudes y relaciones futuras. Vive hoy como si fuera el último día que tú tienes para experimentar el aire fresco, hablar con un amigo, decir que amas, ver un ocaso o escuchar una risa. Hoy es el único día que sabes con seguridad que tienes. Nadie sabe cuándo verá otro amanecer. Haz que cada día cuente. Agótalo, respíralo, experiméntalo y toma algunos recuerdos de él para llevarlos a tu futuro.

Principio 6: aprende a reír.

La vida tiene un maravilloso sentido del humor. La esencia de la risa es aliviar el estrés y la "gravedad" de las cosas para que podamos experimentar plenamente la vida. No todo es orden y alegría, ni tampoco es dolor y caos. Nuestra vida merece ser disfrutada, más allá de lo que pueda estar ocurriendo en un momento dado. Aprender a ver la vida a través de un filtro cómico; no nos hace inmunes al dolor, la desilusión o el fracaso, pero nos protege de ser destruidos en el proceso. Necesitamos recuperar la alegría, la excitación y el asombro de nuestra niñez. Tomarte tu carrera, negocio, problemas, o la vida misma, demasiado en serio es asegurar una vida llena de dolor y ansiedad. Relájate, disfruta y recuerda: “nadie sale vivo de esta vida”.

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