Para el Juan Salvador Gaviota que todos Somos
   

Para el Juan Salvador Gaviota que todos Somos


Un mensaje de fortaleza, fe, esperanza y amor!  Para todos los Pedros y Juan Salvadores Gaviota. 

Nunca dejes de creer en ti. Siempre Cree en ti.

Porque al fin somos gaviotas con el indomable espíritu de Libertad. Volemos alto, busquemos la perfección, encontremos nuestro camino,  Sigue volando y descubriendo la magia en cada rincón donde estés. Rescata la esencia guardada en tu corazón,  y abre tus ojos para ver realmente, porque  hasta en los momentos más difíciles, consigues  la oportunidad de crecer y evolucionar.

Mi Querido Pedro Gaviota:
La vida es un don de infinitas posibilidades. Sea que nuestro pasado haya sido o no glorioso, o el presente sea incierto, siempre podemos escribir una historia que valga la pena contar: NUESTRA HISTORIA.

Voy a contarle la historia de un ser que decidió vivir para trascender más allá de su tiempo. Se trata de una magnífica gaviota que emprendió la búsqueda de su propio ser. Y al hacerlo pudo usar las capacidades de su mente, de su corazón y de todo su ser, para conquistar su PLENA LIBERTAD.

Vivió libre, feliz y ayudó a otros a comprender el valor de la LIBERTAD.

Venció toda la barrera, emocional y espiritual que pudiera limitarla. No permitió que otros quebrantaran su espíritu o menospreciaran su dignidad.

Tenía ideales y vivió para alcanzarlos.

Enfrentó la adversidad y aprendió de ella.

Se elevó por encima de las penas, de la ira, del aburrimiento y de la tristeza, descubrió que al dejar atrás esas cosas, su vida era plena, libre, saludable y feliz.

No hizo caso a las voces que decían: "tú no puedes" "tu no sirves", "eres limitado". Comprendía que solo ella tenía el poder para definir su propio destino. Por eso unió sus pensamientos, emociones y acciones para lograr cada meta.

Aprendió a vivir con sabiduría, a escuchar y confiar en su VOZ INTERIOR.

Había decidido vivir para servir al mundo que tanto amaba. Se interesó por otras gaviotas, incluso por aquellas que no la aceptaban como era. Las acompañaba y guiaba con paciencia, siempre enseñando. Volando a su lado.

Y por vivir de esta manera pudo disfrutar del gozo que surge cuando se ayuda a otros, a comprender y sentir la necesidad de luchar para conquistar su propia LIBERTAD.

Fue así como nuestra gaviota tuvo una vida larga, trascendente para otros y feliz.

Esta historia vive en ti mi querido Pedro Gaviota.

Es una posibilidad que puede hacerse una realidad en tu vida si así lo decides.

Tu viaje por este mundo puede ser una bendición para ti y para los demás.

Nada ni nadie tiene el poder suficiente para que seas libre y feliz.

Solo tienes que tomar la decisión de vivir una vida larga, buena y trascendente.

Será la decisión más importante para que tu viaje por la vida no pase desapercibido.

CREE EN TI, no mires más tus limitaciones. Tienes tantos talentos, ¡tantas fortalezas!

Fijarnos en las limitaciones empobrece.

Valorar las bendiciones enriquece.

No pierdas de vista tus bendiciones.

Estarás bien si nunca te rindes ¡NO TE RINDAS! 

Y así como es necesario que creas en ti, cree también en el amor y la buena voluntad. Cree en el amor porque es la fuerza más grande para cambiar al mundo.

Cree en Dios y en la capacidad positiva que los seres humanos tienen para cambiar.

Ama y respeta a todo ser viviente, porque eres parte de ellos y ellos son parte de ti.

Vuela siempre alto, buscando los caminos de la luz...

SIEMPRE LA LUZ Y NO TEMAS mi querido Pedro Gaviota.

Nunca estarás solo en tu viaje.

En el mundo hay cientos de gaviotas magníficas como tú.

¡ENCUÉNTRALAS!

Trátalas con confianza, dales tu amistad, apóyalas y solicítales apoyo para avanzar.

Si las gaviotas grandes y nobles como tú se juntan en un propósito elevado:

El mundo tendría un liderazgo que respete a todo ser viviente, que rescate la dignidad, que no destruya la Madre Tierra y nos conduzca a un nuevo orden de respeto y paz.

Creo tanto en ti Pedro Gaviota!

Dios te bendiga en la búsqueda de ti mismo, de ese verdadero e ilimitado Pedro Gaviota. 


Tu amigo: Juan Salvador Gaviota