"Cada persona es una isla en sí misma, en un sentido muy real, y sólo puede construir puentes hacia otras islas si efectivamente desea ser él mismo y está dispuesto a permitírselo" (Carl Rogers)
¿Te permites ser tú mismo?
Vivir de manera consciente puede resultar difícil cuando los hechos que debemos afrontar tienen que ver con nosotros mismos.
Quizá algunas partes de nuestro cuerpo nos gusten más que otras al igual que algunos rasgos de nuestra personalidad. Impulsándonos esta situación en ocasiones a escapar, rechazar o negar ciertos aspectos de nosotros mismos.
Pero, ¿Cómo aceptar aquellos rasgos y aspectos que no nos gustan de una manera completa y sin reservas?
Nathaniel Branden, psicoterapeuta canadiense sugiere que nos digamos a nosotros mismos la siguiente frase:
“Sean cuales fueren mis defectos o imperfecciones, me acepto a mí mismo sin reservas y por completo”
Y que además seamos conscientes de que aceptar no implica gustar o que no deseemos cambios o mejoras, sino que aceptar significa experimentar la realidad de nosotros mismos sin ningún tipo de negación o rechazo, rindiéndonos por lo tanto a la realidad, comenzando con el tiempo a sentirnos más cómodos con nosotros mismos.
Por lo general nuestra fortaleza aumenta cuando no tratamos de combatir constantemente la realidad, ya que nuestro miedo no desaparecerá porque le gritemos, ni tampoco porque nos reprochemos a nosotros mismos. Pero sí podemos abrirnos a experimentarlo con una actitud de aceptación y posteriormente de cambio, puesto que la aceptación plena y sincera tiende a hacer desaparecer con el tiempo los sentimientos negativos o desagradables.
De nada sirve decirle a una víctima del miedo que se relaje, pues en ese momento no sabrá transformar ese consejo en conducta pero si le aconsejamos que respire suave y profundamente o que se imagine como se sentiría si no tuviera miedo, le estamos proponiendo algo ejecutable, a través de lo cual pudiera comenzar a abrirse al miedo y comprenderlo, para finalmente afrontarlo.
Aceptarnos a nosotros mismos no significa que no queramos cambiar o evolucionar porque pensemos que ya somos suficientes en los diversos aspectos de nuestra vida, sino que nos permitimos concentrarnos en aquello que amamos de nosotros mismos y somos al mismo tiempo conscientes de aquello que no nos gusta, pudiendo comenzar a cambiarlo. De hecho, la autoaceptación es la condición previa para el cambio. Ya que solo cuando aceptamos lo que somos y lo que sentimos, nos permitimos ser conscientes de nuestras elecciones y acciones. Un viejo proverbio lo expresa muy bien diciendo “Lo que se resiste, persiste. Solo cuando comenzamos a aceptar, la situación cambia”
Aceptarnos como somos es aceptar que aquello que pensamos, sentimos y hacemos son las expresiones de nuestro si-mismo en el momento en el que ocurren.
Recordad: Cuando luchamos contra un bloqueo, éste no se debilita sino que se hace más fuerte, pero cuando lo reconocemos y aceptamos, comienza a desaparecer. No podemos superar algo cuya realidad negamos.
Bibliografía:
Branden, Nathaniel (1988) Cómo mejorar su autoestima. Ediciones Paidós Iberica, S.A.
Fuente: La mente maravillosa http://lamenteesmaravillosa.com/aprender-a-aceptarse
Tomado de: La mente es maravillosa