Ser conscientes de nuestra celosía, nuestros juicios y nuestro miedo es un paso positivo hacia la aceptación. Cuando nos aceptamos como somos, ya no necesitamos luchar para cambiarnos. El momento en el que somos conscientes de que somos demasiado críticos con nosotros mismos y aceptamos nuestras semillas negativas, nos lleva a un progreso. Las personas que no son conscientes de sus energías negativas tendrán dificultades para progresar.
Aun así, luchar para incrementar nuestra compasión no significa que de repente sólo haya elementos positivos en nuestro interior. Si esto ocurre, no será necesaria la práctica. Es precisamente porque tenemos semillas de energías negativas en nuestro interior por lo que continuamos la práctica. La práctica es fácil: simplemente, sea consciente de las energías negativas, y cultivando esta consciencia, dará pasos firmes en el camino. No es necesario el conflicto.
Practicamos como la flor de loto y el barro. La flor de loto no piensa: "No quiero el barro". La flor de loto sabe que puede florecer tan bella sólo gracias al barro. Para nosotros, ocurre lo mismo. Tenemos semillas negativas en nuestro interior, el elemento del barro; si sabemos cómo aceptarlo, nos aceptamos a nosotros mismos. La flor de loto no necesita deshacerse del barro. Sin barro, moriría.
Si no tenemos deshechos, no podemos florecer. No deberíamos juzgarnos, ni juzgar a los demás. Sólo necesitamos practicar la aceptación y así progresar sin lucha. El proceso de transformación y sanación requiere prácticas continuadas. Producimos basura cada día, y por este motivo necesitamos practicar continuamente para cuidarnos de nuestra basura y convertirla en flores.
Thich Nhat Hanh