¿Por qué no eres feliz?
   

¿Por qué no eres feliz?


El triunfo consiste en la superación de las dificultades . Todos los hombres y las mujeres que han triunfado, han logrado el éxito superando las dificultades. Donde no hay dificultades que vencer, cualquiera puede alcanzar la meta, a eso no se le puede llamar éxito.

No hay problema personal que no se pueda vencer mediante un tratamiento espiritual sosegado, persistente y una actividad apropiada y sabia.


Si usted tiene una desventaja personal que parece alejarlo del éxito, no la acepte como tal, aprovéchela y utilícela como instrumento para su triunfo.

Sea cual fuere la desventaja que usted cree tener, sáquele partido. Su problema particular parecerá especialmente difícil, pero el tratamiento espiritual y la decisión valerosa pueden superar cualquier dificultad.  Los problemas son señales indicadoras en el camino hacia Dios.

Lo que experimentamos es nuestro propio concepto de las cosas. Por eso es que no hay dos personas que vean el mundo de la misma manera, ya que dos pueden ver de forma diferente el mismo problema. En otras palabras, nosotros fabricamos nuestro propio mundo según la forma en que pensamos, ya que vivimos en el mundo de nuestros propios pensamientos. Así que si su modo de pensar es imperfecto, nuestras condiciones también serán de esa manera, hasta que comencemos a corregir esa forma  de pensar y allí  las condiciones exteriores cambiaran.

Usted no es feliz porque se sienta bien. Usted se siente bien porque es feliz. Usted no tiene  fe porque las cosas marchan bien. Las cosas marchan bien porque usted tiene fe.  Usted no está deprimida porque se le haya presentado un problema, sino que el problema se le ha presentado porque usted antes ha perdido su comprensión de la verdad.

Así que ya sabe el secreto de la vida, y este es tan sencillo, solo debe controlar sus estados mentales, si lo consigue, todo lo demás vendrá. Aceptar la enfermedad, los problemas y el fracaso como males ineludibles, y quizás inevitables, es tonto, porque es esa misma aceptación la que mantiene la existencia de esos males.  El hombre no está limitado por su entorno. El hombre crea su entorno mediante sus creencias y sus sentimientos. Suponer otra cosa es como pensar que el rabo puede mover al perro.


Si ha estado pensando que las condiciones exteriores son más fuertes que usted, y que esas condiciones pueden impedirle que se manifieste como era la intención de Dios, dígase a usted mismo: " La cola mueve al  perro, e inmediatamente revertirá esa creencia.

Dios quiere que usted sea sano, feliz, y libre, y usted no puede aceptar nada menos. Pida que Dios actúe en su interior – y créalo – y nada lo hará retroceder.