¿Cómo nos podemos deshacer de una Adicción?, ¿cómo nos desapegamos de la dependencia y necesidad que tenemos de las cosas a las que somos Adictos?
   

¿Cómo nos podemos deshacer de una Adicción?, ¿cómo nos desapegamos de la dependencia y necesidad que tenemos de las cosas a las que somos Adictos?

Es irónico. A medida que nos amamos, la satisfacción que recibimos de las adicciones se hace cada vez menor, y también comenzamos a ver que las cosas que más deseamos son las que generalmente nos hacen sufrir. El sufrimiento viene de la necesidad. Sentimos que sin eso en particular no estamos completos, no estamos satisfechos.

Cuando las drogas no están en nuestro sistema nos sentimos enfermos. Todo lo que tiene un punto alto es siempre seguido por la desilusión y la necesidad de adquirir aquello nuevamente. Luego, cuando comenzamos a utilizar estas herramientas y el amor comienza a expandirse, las adicciones se van cayendo naturalmente. Y a medida que el sistema nervioso vibra en una frecuencia más elevada, el cuerpo empieza a rechazar las adicciones físicas. Porque para sostener la verdad - la conciencia, necesitamos que nuestros sistemas nerviosos sanen y eleven su vibración.

A medida que nuestra conciencia se expande, los apegos emocionales o adicciones comienzan a espejarnos la necesidad que los causa. Es lo que sucede en las relaciones humanas; una persona normalmente espeja la necesidad y la otra espeja el abandono, y cuando una de ellas siente necesidad o comienza a aferrarse, la otra se aleja porque se siente sofocada. Pero estén muy claros, ambas personas están experimentando miedo, sólo tienen reacciones opuestas.
La necesidad está siempre asociada con el miedo a la pérdida. Y esto no tiene nada que ver con la vibración del amor, porque requiere una cantidad muy grande de control y máscaras para poder sostenerlo, entonces, a medida que la conciencia se eleva, las adicciones comienzan a caer. Necesitamos comenzar a soltar y encontrar la plenitud adentro. Esto puede dar mucho miedo y podemos sentirnos muy inseguros, pues es como saltar al vacío de lo desconocido. Pero una vez que saltamos, la recompensa es ilimitada, porque ese salto de fe siempre es recompensado por el amor incondicional y permite que la ilusión del miedo se disuelva.

Isha

Fuente: Revista Despertar Espiritual- Septiembre 2009