Los anuncios de la televisión apelan de una manera especial al pensamiento condicionado a la búsqueda de aprobación. Muchos de estos anuncios reflejan los esfuerzos que hacen los fabricantes para manipular tu voluntad y lograr así que compres sus productos, reforzando la noción de que lo que la demás gente cree es más importante que lo que tú piensas.
Analiza el siguiente diálogo cuando recibas a amigos en tu casa para jugar al bridge.
Primer amigo (husmeando): "¿Comiste pescado frito anoche, querida?", dice con tono de desaprobación.
Amigo segundo: "Por lo que veo, George sigue fumando los mismos puros", con un tono muy parecido que refleja desaprobación.
Tú quedas ofendido, desconcertado, es más, destruido, porque los demás censuran los olores de tu propia casa.
Mensaje psicológico: "Lo que los demás piensan de ti es mucho más importante de lo que tú piensas de ti mismo, de modo que si no complaces a tus amigos, mereces sentirte mal".
Analiza los dos anuncios siguientes y sus mensajes:
1.- Una camarera observa que el cuello de la camisa de uno de los clientes no está muy limpio cuando le ayuda a ponerse la servilleta. La esposa se avergüenza al darse cuenta que la camarera, que es una desconocida, reprueba su comportamiento.
2.- Una mujer se estremece de miedo cuando piensa en lo que pensarán de ella sus amigas si se dan cuenta que sus medias "panty" le quedan grandes. "No podría soportar que pensaran mal de mí. Necesito su aprobación, así es que escogeré otra marca en vez de la que llevo."
Los anuncios de pastas dentífricas, desodorantes, enjuagues bucales y lacas especiales están llenos de mensajes psicológicas que te convencen de que tienes que buscar la aprobación de la gente y de que la manera de conseguirla es usando un determinado producto. ¿Y por qué usan los fabricantes ese tipo de tácticas? Porque les dan buenos resultados. Porque con ellas venden sus productos. Se han dado cuenta de que la gente tiene necesidad de ser aceptada y se aprovechan de esta necesidad creando pequeños anuncios que mandan los mensajes apropiados.
Ahí tienes una cultura que valonza y fomenta la necesidad de aprobación. No es nada sorprendente que descubras que le das demasiada importancia a lo que piensan los demás. Has sido condicionado en este sentido a lo largo de toda tu vida e incluso si tu familia tuvo conciencia de que necesitabas su ayuda para fomentar tu seguridad en ti mismo, los factores culturales de los que dependían les impidieron hacerlo como debían. Pero tienes que darte cuenta de que no tienes por qué aferrarte a este comportamiento de necesidad de aprobación. En su Puddinhead Jilson's Calendar, Mark Twain nos describe convincentemente un método para romper con una costumbre arraigada como puede ser la de la búsqueda de aprobación. "Las costumbres son costumbres y ningún hombre debe tirarlas por la ventana; debe engatusarlas y hacer que bajen por las escaleras de escalón en escalón."
Engatusando a la búsqueda de aprobación para que baje las escaleras de escalón en escalón.
Echa un vistazo a cómo funciona el mundo. Para resumir, diremos que jamás puedes complacer a todos. En realidad si logras complacer a un cincuenta por ciento de la gente, lo estás haciendo bastante bien. Esto no es ningún secreto. Sabes muy bien que por lo menos la mitad de la gente que compone tu mundo va a estar en desacuerdo con al menos la mitad de las cosas que digas. Y si esto es correcto (para comprobarlo no tienes más que ver cómo en una elección donde uno de los candidatos obtiene un triunfo rotundo, el 40% de la gente ha votado en contra del ganador), así siempre tendrás un 50% de posibilidades de incurrir en algún tipo de repulsa o desaprobación cada vez que expresas una opinión.
Movido de este conocimiento, puedes empezar a enfocar de otra manera las actitudes críticas de la demás gente. Cuando alguien no esté de acuerdo con algo que tú dices, en vez de sentirte herido piensa que te has encontrado con una de las personas que están dentro del 50% que no está de acuerdo contigo. Saber que, digas lo que digas, o pienses lo que pienses, o hagas lo que hagas, habrá alguien que no esté de acuerdo contigo, es la mejor manera de salirse del túnel de la desesperación. Cuando seas consciente de la posibilidad de crítica y la esperes, no te sentirás inclinado a ofenderte por ello, y simultáneamente dejarás de considerar que el rechazo de un pensamiento o sentimiento tuyo implica el rechazo a tu persona.
No puedes evitar la desaprobación de la gente por más que quieras. Por cada opinión que puedas tener, habrá siempre alguien que tenga exactamente la opinión opuesta a la tuya. Abraham Lincoln habló de esto en una conversación en la que participó en la Casa Blanca y sobre la que nos da cuenta Francis B. Carpenter.
...Si yo fuera a leer, incluso a contestar, todos los ataques que me dirigen, habría que cerrar esta tienda para ocuparnos únicamente de ese negocio. Yo actúo lo mejor que puedo y mejor me parece; y pienso seguir haciéndolo hasta el final. Si al final el resultado es bueno, lo que se diga en contra de mí no tendrá ninguna importancia. Pero si al final el resultado es malo y aunque diez ángeles juraran que yo tenía razón, no habría ninguna diferencia, igual estaría mal.
Algunos ejemplos típicos de comportamientos de búsqueda de aprobación
Al igual que el rechazo de sí mismo, la búsqueda de aprobación incluye una gran variedad de comportamientos de auto capitulación. Entre las actividades más comunes y usuales del comportamiento de búsqueda de aprobación se encuentran las que detallo en la siguiente lista:
- Cambiar de postura o de manera de pensar porque alguien da muestras de desaprobación.
- Suavizar un comentario o declaración para evitar reacciones de desagrado.
- Adular a tu interlocutor para que te quiera.
- Sentirte deprimido o angustiado cuando alguien no está de acuerdo contigo.
- Sentirte insultado o humillado cuando alguien comenta o declara una opinión contraria a la tuya.
- Decir que la otra persona es una "snob, o un "engreído" lo que es simplemente otra manera de decir "Préstame más atención".
- Ser excesivamente amable y adulador aunque estés en desacuerdo con lo que se dice.
- Hacer cosas para otra persona y sentir resentimiento porque no te atreviste a decirle que no.
- Sentirte intimidado por un vendedor agresivo y comprar algo que no te gusta
- o no quieres... o... tener miedo de devolverle alguna mercancía porque le disgustará y no te querrá.
- En un restaurante, comerte un trozo de carne que no está hecho como lo pediste porque no le caerás simpático al camarero si lo devuelves.
- Decir cosas que no piensas para evitar que la gente no te quiera.
- Propagar noticias de muertes, divorcios, asaltos y cosas por el estilo y disfrutar de la atención que por ello recibes.
- Pedir permiso para hablar, o para comprar algo, o hacer cualquier cosa, a una persona importante en tu vida porque temes su desagrado.
- Pedir excusas continuamente los excesivos "lo siento" y "perdón" que están destinados a hacer que los demás te perdonen y te aprueben constantemente.
- Comportarte de una manera inconformista a fin de llamar la atención, lo que equivale al mismo tipo de neurosis que conformarse para lograr la aprobación externa. De este modo, usar zapatillas de tenis con un smoking o comerse el puré de patatas con las manos para llamar la atención son otras formas de buscar aprobación.
- Llegar invariablemente tarde en todas las ocasiones, de forma patológica para hacerte notar, es también un truco del comportamiento de búsqueda de aprobación con el que logras llamar la atención de todo el mundo. Puede que lo hagas por una necesidad de sentir que te distingan y en consecuencia estás bajo el control de los que prestan atención a tus impuntualidades. Tratar de impresionar a los demás con tus conocimientos de algo que ignoras "pretendiendo" saberlo.
- Solicitando el halago de una manera indirecta esperando la aprobación de la gente y sintiéndote mal cuando no lo consigues.
- Sentirte infeliz porque alguien que tú aprecias tiene una opinión contraria a la tuya y te la expresa.
Extracto de “Tus Zonas Erróneas” - Wayne W. Dyer