Si no puedes volar, entonces corre
   

Si no puedes volar, entonces corre

“Si no puedes volar, entonces corre, si no puedes correr entonces camina, si no puedes caminar entonces arrástrate, pero hagas lo hagas no dejes de avanzar.”

No desistas, no te rindas, sigue adelante.

Cuando tengas ganas de renunciar recuerda las cosas que te hicieron llegar hasta el punto donde te encuentras. Nunca abandones un sueño sin darte la oportunidad a ti mismo de que se convierta en realidad, si de verdad quieres lograr algo lo lograrás, en mayor o menor medida.

La vida te regala buenos y malos momentos. Los buenos hablan por sí solos, pero los malos son lecciones. Son enseñanzas para un momento que todavía no sabes que llegará. De hecho, no sabes si llegará o no.

No decaigas por lo que la gente te diga, por lo que te ofrezca o te dejen de ofrecer, por las críticas, las enemistadas o las personas que tratan de hacerte la vida imposible. Dedica tu tiempo a los que te lo dedican. Seas quien seas o seas quien quieras ser, la gente te va a juzgar. No importa lo que hagas, por lo tanto no te preocupes, mantente firme, ten claro tu camino y tu meta.


Esfuérzate por conocer gente cada día, cada semana, por conocer culturas, por conocer palabras. Por conocer miradas que te hablen y sonrisas que te iluminen día a día. Sé humilde e intenta sacar siempre el lado positivo de las situaciones. Con humor, pero sin maldad. Busca tu felicidad sin hacer daño a nadie y comete errores, todos los que quieras y puedas.

Recuerda que todos en este mundo tenemos algo especial y que tarde o temprano siempre nos llega la oportunidad de demostrarlo. Y si no, demuéstratelo a ti mismo. Que nada existe mejor que sentirse feliz con uno y aceptar las cosas buenas y las cosas malas, que probablemente muchas de las veces se inviertan.

Desconozco el autor