Manifestar Nuestros Deseos parte final
   

Manifestar Nuestros Deseos parte final


Paso Cuatro:
Déjese llevar.
Hace años descubrí que a la mayoría de nosotros, incluyéndome a mí, no nos gusta dejarnos llevar porque no hay ninguna lucha. No hay drama. Muchos de nosotros sentimos que si no estamos peleando y batallando, no sentimos que estamos logrando nada o yendo a ningún lugar. La batalla nos da un sentido de logro. Cuando menos podemos decir, “Bueno, lo intenté.”

El ego recibe una carga en el esfuerzo. El ego siente que está haciendo algo que vale la pena. Pues está bien. Si su ego necesita esa palmadita en la espalda, déjelo que se esfuerce por algunas de las cosas que desea. Pero la verdad es que no tiene que batallar. Repito, puede ser de otra manera... una manera más fácil. Lo que descubrí fue que tenemos cuando menos dos seres distintos dentro de nosotros, no dos personalidades, más bien dos aspectos de nuestra mente. El Ser Uno y el Ser Dos.

El Ser Uno se puede comparar con su ego, la parte de su ser que quiere controlar.

El Ser Dos se puede comparar al maestro interno dentro de usted, la parte de su ser que está conectada a todas las cosas.  La labor del Ser Uno es seleccionar lo que usted desea
y dejarse llevar. La labor del Ser Dos es traérselo a usted.

Cuando la gente aprende a dejarse llevar y a confiar, casi siempre consigue lo que quiere, y viene mucho más fácil que si pelea por ello. Escoja lo que quiere y deje que Dios o el Universo (sea lo que sea para usted) se lo traiga. Deje que organice los eventos que manifestarán su deseo. Abandone la necesidad de saber cómo usted manifestará algo. Saber cómo puede ser una limitación. Si usted desea manifestar algo pero no puede ver conscientemente cómo crearlo, podría darse por vencido. La mente consciente no puede ver todas las posibilidades. Abandone el control y usted liberal la universo para que le traiga lo que desea.

¿Difícil de digerir el concepto? Déjeme contarle este relato…

Cuando estaba escribiendo mi libro, Los siete secretos perdidos del éxito, estaba obsesionado. Pasé dos años de mi vida en una misión para hacer tributo a Bruce Barton, millonario americano del siglo pasado, un hombre que influyó en nuestro país, pero que de alguna manera pasó desapercibido en la historia. Un día recibí una llamada de un doctor en el oeste de Texas. Quería contratarme para que le escribiera un libro. Aunque estaba renuente, ir a verlo parecía ser lo más acertado. Volé hacia su ciudad, platiqué con él, negociamos un contrato y regresé a Houston con un buen cheque en mis manos, una iguala no reembolsable para contratarme para escribir su libro.

Pasaron semanas. Luego meses. Durante este tiempo concentré la mayor parte de mi energía en escribir mi libro sobre Barton. Casi no trabajé en el libro del doctor, y nunca supe de él. Por fin decidí que debería ir a verlo, y debería presentarle parte del material. Así que hice una reservación de vuelo y empecé a escribir su libro. Pero sucedió algo muy raro. Siempre que llamaba a la oficina del doctor, nadie contestaba el teléfono. Sucedió así por varios días.

Luego, un día antes de mi partida, alguien contestó el teléfono. Era el gerente del doctor.
“Hola.” Su voz sonaba avergonzada.
“¿Qué sucede? Nadie ha contestado el teléfono por varios días.”
“Bueno, ha habido un cambio de planes.” “¿Qué?”
Masculló algo. Le pedí que lo repitiera. No podía dar crédito a lo que escuché.
“El doctor está en la cárcel,” dijo. Mentiría si digo que estaba atónito. Estaba en shock.
Estupefacto. “¿¡¿El doctor está en la cárcel?!?” , ¿qué está pasando?”
“Bueno, el doctor infringió su libertad condicional.” “¿Quieres decir que ha estado en la cárcel ANTES?” “Bueno, el doctor le envió una bomba a su ex esposa y lo pescaron y lo mandaron a la cárcel,” explicó.   “Luego le permitieron salir y ser doctor otra vez, pero no podía jugar con armas ni bombas.” “No me digas,” dije.
“Sí, encontraron bombas en su escritorio.”

Me tomó tiempo recuperarme de este evento. Pero quiero que advierta el milagro aquí. Cuando firmé un contrato con el doctor, él me dio una cifra grande de dinero.

Dinero no reembolsable. Dinero que me permitió trabajar en mi libro sobre Barton. Y luego, cuando el doctor fue a la cárcel, fui librado de su contrato. Después de todo no tuve que escribir su libro.

De alguna manera Dios o el Universo (o como quiera que usted llame a los entes invisibles que detentan el poder) creó el marco para este evento fenomenal. ¿Podría yo haber organizado tal evento? Es muy improbable. ¿Cómo hubiera escrito el anuncio?

“Se solicita doctor: Debe ser un ex convicto, que quiera escribir un libro, y que esté dispuesto a regresar a la cárcel en seis meses para que yo pueda quedarme con su dinero.” No lo creo.
Repito, cuando usted sabe lo que quiere y tiene claridad, será atraído a lo que desea y los eventos se lo traerán a usted. Vi el efecto cuando mi esposa y yo queríamos comprar una casa. Si está tratando de manifestar algo que tiene que ver con otra persona, los dos deben tener claridad antes de que puedan manifestar el evento. Había trabajado conmigo mismo para comprar la casa que quería.

Pero aún así las cosas no salían bien. Nos sentamos a analizar las viejas creencias que estaban afectando. Ella pudo aclarar algunas creencias viejas acerca de su autoestima y el dinero. Al día siguiente llamaron las personas de bienes raíces. Tres días más tarde nos mudamos a nuestra casa. ¡Y esto fue después de casi doce meses de tardanzas!

¿Quiere un ejemplo del mundo de los negocios? Dan Poynter es un buen amigo y un experto internacional en el mundo auto editorial. Él ha escrito varios libros, incluyendo el famoso Manual de auto edición . Dan también conduce seminarios de fin de semana en su casa sobre cómo auto publicar y promover su propio libro. Él ha estado ofreciendo este seminario por más de diez años, ha ayudado a cientos de personas, pero siempre se le ha hecho difícil que la gente se inscriba para el evento. Un día Dan me llamó y me pidió ayuda.

Me pidió que escribiera un folleto que sea tan potente que la gente se inscribiera a su  seminario sin que tuviera que hacer nada.”

Vea lo que Dan estaba haciendo. El sabía lo que no quería (casi forzar a la gente para que venga a su seminario) y sabía lo que sí quería (que la gente llame y se registre fácil y naturalmente). De estos dos pasos fue guiado a llamarme. Cuando accedí a crear un folleto para Dan, ¿qué fue lo que él tuvo que hacer? Dejarse llevar.

Tenía que dejarse llevar. Tenía que confiar que había contratado a la persona indicada y que todo saldría bien.

Aunque él no lo sabía, “dejarse llevar” es un paso clave en el proceso de manifestación. Él lo estaba siguiendo de manera intuitiva. Diseñé un volante para Dan; le encantó, y lo imprimió.  Unas semanas después le llamé y él dijo, “Mi seminario ya está agotado.”

“¿De verdad?” grité contento. Pero Dan me puso el alto.
“Pero no fue debido a tu volante,” dijo. “O, ¿No?”
“El seminario se agotó hace dos semanas y apenas envié el volante nuevo la semana pasada. Hubo un retraso en el envío.”
“Pues, ¿qué pasó?” pregunté. “¿Cómo es que se agotó?”

Dan no lo sabía. Pero cálculo que fue así: Como usted ya sabe, la energía que uno proyecta trae los resultados que uno obtiene. Cuando Dan expresó su intención nueva, y permitió que yo creara su volante nuevo, él estaba cambiando la señal interna que estaba enviando. Una vez que usted cambia la manera en que es por dentro, su mundo externo cambia. Dan ni siquiera tuvo que enviar su volante.

La gente percibió las señales en el aire y respondió. ¿Deschavetado? Puede ser. Pero como he señalado durante este capítulo, la energía que proyecta atrae y crea los resultados que obtiene. Cambie su energía interna y cambiará sus resultados. (Y que quede claro: después vi a Dan en Chicago, donde me dijo que debido a mi nuevo volante, su seminario de agosto se agotó el junio anterior.)

No sólo estoy compartiendo esto con usted con la esperanza de prenderle fuego su corazón, de despertar algo en su alma y de animarlo a que vaya en pos de---y consiga--- sus propios sueños.

Y he aquí algo más qué considerar: De acuerdo a investigaciones realizadas en la Fundación Spindrift acerca del poder de la oración, una oración de “Que se haga Tu voluntad” obtiene más del doble de los resultados que una oración específica de “dame esto”. Por eso es que es tan importante terminar su petición de lo que desea con las palabras mágicas, “Esto, o algo mejor”.

Cuando estaba escribiendo mi libro acerca de P.T. Barnum, fui a la sepultura del famoso empresario en Bridgeport, Connecticut. Allí tuve una experiencia conmovedora, sobre la cual escribí en mi libro. Pero lo que quiero compartir con usted aquí es lo que vi escrito en la lápida de Barnum. Para mi sorpresa, grabado en la lápida estaban estas palabras mágicas, palabras en las que Barnum confió a través de toda su colorida vida:

“No se haga mi voluntad, sino la tuya.” Esas palabras mágicas funcionaron para Barnum,
ayudándole sobrevivir catástrofes personales y profesionales, y ayudándole a convertirse en uno de los primeros millonarios de Estados Unidos, y esas palabras pueden funcionar para usted también.

En otras palabras, confíe en el universo. Puede pedir lo que desee hacer, ser o tener, pero también esté dispuesto a que el universo le dé algo mejor. 

Termine todas sus peticiones con la frase, “Esto, o algo mejor” y estará diciéndole al universo que “Hágase Tu voluntad” es de suma importancia.

¿Por qué es así? Porque el universo puede ver el cuadro amplio mientras que su ego no.
Su único trabajo es pedir lo que desea, y después moverse según el codeo interno para hacer las cosas, como hacer llamadas telefónicas, escribir cartas, visitar alguna persona en particular o lo que sea. “Aprende a seguir la susurrante voz que habla mediante sentimientos, no palabras; sigue lo que ‘oyes’ por dentro, en vez de lo que otros puedan decirte que hagas.”

El universo mismo se moverá para llevarlo hacia lo que desea, y moverá las cosas que desea hacia usted. Lo único que tiene que hacer es dejarse llevar, al mismo tiempo que
realiza las sugerencias internas. Abandone el miedo, la duda, la preocupación, la desilusión y cualquier otro sentimiento negativo que pueda hacerle sentir decaído.

El famoso poeta y sabio Rumi escribió algo que quizá le ayude aquí:
“Algunas cosas que no suceden, evitan desastres.” Considérelo. Lo que le estoy pidiendo que haga es que confíe. Confíe que cuando algo sucede, es bueno; y confíe en que cuando algo que desea no sucede, también es bueno.

 “Todo lo que te sucede en la vida te está moviendo en la dirección de tus metas.”
Considere esto. Esta cita dice que todo, sin falta, sin excepción, le está moviendo hacia sus sueños.

Así que si le sucede algo que piensa que es malo, recuerde que sucedió para hacerlo avanzar. Su labor es encontrar lo positivo dentro de lo negativo, o cuando menos confiar que hay un positivo por ahí, aunque no pueda verlo en ese momento. Esto puede ser difícil de aceptar, al principio. Pero la verdad es que es una manera iluminada de vivir su vida. Lo que me está diciendo es que debo dejarme llevar y confiar que la vida misma me está llevando hacia mis deseos. Y a medida que me dejo llevar, confío y doy gracias por mi vida, me siento diferente e irradio una vibración diferente al mundo, y vienen a mí mejores cosas y mejores experiencias. Repito, el secreto es aprender a dejarse llevar.

La fórmula del millón de dólares

“¿Qué es lo más difícil de crear la vida que quieres?” me preguntó una amiga mientras almorzábamos. Lo pensé un momento y respondí, “Aprender a dejar de tratar de ideártelas para conseguir lo que quieres.”  Mi amiga se veía confundida.

Preguntó, “¿Qué quieres decir?” “Si tratas de ideártelas cómo conseguirás ese auto nuevo, o esa casa nueva, o esa relación nueva vas a limitarte a lo que tu ego puede ver y hacer,” expliqué.

“Entrégale tu meta a tu subconsciente, que está conectado al espíritu de todo y de todos, y deja que te traiga tu meta a ti y a ti a tu meta. Sólo sigue los codeos internos y aprovecha las oportunidades que vienen en camino, y llegarás.”

Bueno, no estoy seguro si mi amiga entendió lo que le estaba tratando de decir. Pero unos días después yo estaba sentado en una limosina, siendo llevado a una cena con ocho personas maravillosas y ricas que han alcanzado sus posiciones por esfuerzo propio. Todas esas personas comenzaron de la nada. Muchos de ellos comenzaron como yo: con los bolsillos vacíos y esperanzas en sus corazones.

Al estar sentado en la limosina, parte de mí no creía dónde estaba.
“¿Cómo llegué aquí?” Recuerdo haberme preguntado.
“Estoy en una hermosa limosina, con gente hermosa a mi alrededor, yendo una hermosa cena que van a pagar otras personas hermosas. Yo soy sólo un chamaco don nadie de
Ohio que se fue de la casa para buscar fama y fortuna. Solía escarbar zanjas, manejar camiones, trabajar en la tierra, la lluvia y el calor, y nunca tenía suficiente para pagar mis
cuentas. ¿Cómo llegué a esta limosina?”

A medida que lo pensaba, sabía que el secreto estaba en la fórmula de cinco pasos que le he revelado en este capítulo.  En breve, el secreto para aumentar su clientela o manifestar cualquier cosa que usted desee es:

1. Seleccione lo que desea.
2. Aclare todas las creencias negativas y contraproducentes.
3. Sienta cómo sería tener, hacer o ser lo que desea.
4. Déjese llevar. Actué sobre los impulsos intuitivos y permita que se manifiesten los resultados.

La verdad es que no hay “una sola y única manera” para lograr algo en este mundo. Hay gente que obtiene carros nuevos ganándoselos, otros batallan para pagarlos, otros pagaron por ellos felizmente, otros de otras maneras.

Lo que le dije a mi amiga es la verdad: no puedes organizar el mundo para hacer lo que quieres. Más bien, declara tus intenciones y deja que el mundo se arregle a sí mismo para traerte tus metas.  Yo estaba en esa limosina porque no planeé estar ahí.

Permití, actué, confié y acepté. Seguí la fórmula de cuatro pasos.

Y cuando la limosina llegó, me subí. Por último, no puedo encontrar mejor manera para
concluir este capítulo que con esta cita de Frances Larimer Warner, escrita en 1907: Y le deseo “velocidad de Dios” para realizar todos sus sueños. Y cuando llegue su limosina, ¡súbase!

“Si plantamos una semilla en la tierra sabemos que el sol brillará y la lluvia regará, y dejamos que la Ley traiga los resultados… Bueno, el deseo que se forja es la semilla, cuando cierra sus ojos esporádicamente en imaginería eso es el sol, y su expectativa constante, aunque no ansiosa, es la lluvia y el cultivo necesarios para tener resultados
totalmente seguros...  Esto es aprender a “Vivir con pasión”

Del Taller de Autoestima de Juan Carlos Fernández. Capitulo 88 Volumén 2