Osho y el Miedo
   

Osho y el Miedo


El miedo más grande del hombre está en conocerse a asi mismo. El cúmulo de condenaciones que a lo largo de tu vida has recibido de tus padres, de la escuela, de tus relaciones pasadas, de la sociedad, de tu religión, hace que desees esconderte de ti mismo, por tanta basura acumulada en tu interior.

Acéptate a ti mismo, como tu eres, y esa es una de las cosas más difíciles del mundo, porque va contra tu entrenamiento, educación, tu cultura. Desde el inicio te fueron diciendo como tenias que ser, nadie nunca te dijo que tu eras bueno como tu eres. No seas obsesionado contigo mismo, pero un amor propio natural es imprescindible, es una condición básica por la cual puedes entonces amar a otros. Acéptate a ti mismo, ámate a ti mismo. Ninguna otra persona ha sido jamás como tu y nadie más será como tu. Tu eres simplemente único, incomparable: acepta esto, ama esto, celebra esto, y en esa misma celebración comenzaras a ver la singularidad de los demás, la incomparable belleza de los otros. El amor es solo posible cuando hay una profunda aceptación de uno mismo, del otro, del mundo. Aceptar es el elemento clave en el cual crece el amor, en el cual florece el amor.

El miedo fundamental es el miedo a la muerte:

- ¿Puede hablar un poco más sobre ese fenómeno que denomina “sumergirse en la nada”? Parece como si se tratara de caer en un espacio vacío y me produce dudas y mucha inseguridad.

“La palabra vacío denota ausencia de ocupación. Si uno va hasta su raíz, descubre que en realidad es una palabra hermosa. La raíz es fecunda en sí misma: significa ocio, desocupación. Estás vacío siempre que estás ocioso, desocupado.

Recuerda el proverbio que dice que la mente vacía es el taller del demonio; es una tontería. Todo lo contrario: la mente ocupada es el taller del demonio. La mente vacía es el taller de Dios, no del demonio. Pero deben comprender lo que quiero decir cuando hablo de “vacío”; me refiero a ocio, serenidad, ausencia de tensión, ausencia de movimiento, ausencia de deseo, ausencia de destino. Es sencillamente estar aquí, completamente presentes. Una mente vacía es presencia pura…

Hay tres estados de la mente. El primero es de conciencia más contenido. Siempre hay un contenido en la mente, trátese de un pensamiento, un deseo, ira, codicia, ambición. Siempre hay algún contenido en la mente, la cual nunca está sin ocupación. Hay tráfico durante todo el día, todos los días; hay tráfico en la vigilia y también en el sueño…

El segundo estado de la mente es conciencia sin contenido. Eso es la meditación. Estás totalmente alerta y hay un vacío, un intervalo donde no hay pensamientos. No estás dormido, sino despierto, pero no hay pensamientos…

Y hay un tercer estado…

Este tercer estado se denomina samadhi, o ausencia de contenido, ausencia de conciencia…. y es a este estado al cual se refiere Buda cuando habla de shunyata o vacío.

Primero debes abandonar el contenido para estar medio vacío y después abandonar la conciencia para estar completamente vacío. Y este vacío pleno es lo más maravilloso que puede ocurrir; es la más grande de las bendiciones.

En esa nada, en ese vacío, en esa ausencia de ser, en ese shunyata, la seguridad y la estabilidad son totales.

Les sorprenderá saber que la seguridad y la estabilidad son totales cuando ya no se es. Todos los miedos desaparecen porque, ¿cuál es el miedo fundamental?. El miedo fundamental es el miedo a la muerte y todos los demás miedos son reflejos de éste. Todos los demás miedos se pueden reducir a uno solo: el miedo a morir, el miedo a desaparecer algún día: “Soy, pero llegará el día en que ya no seré”. He ahí el miedo fundamental.