Los siete principios de la felicidad: mejora la alimentación y postura personal
   

Los siete principios de la felicidad: mejora la alimentación y postura personal

Principio De Vibración (3ra.Parte)

MEJORA LA ALIMENTACIÓN

Hay alimentos que tienen vibración muy baja, como las carnes. Entre éstas, las rojas son las peores. El comer carne aumentará la parte primitiva de tu Ser y estarás más propenso a enojarte con facilidad y a ser más agresivo. La naturaleza nos enseña que los animales más agresivos son los que comen la carne de otros animales. Además, poseen un intestino más corto que el humano y pueden desecharla más rápidamente antes de que se descomponga. Cuando una persona come carne no siente hambre por bastante tiempo porque el cuerpo está haciendo un esfuerzo enorme para digerirla. Lo peor es que no se la elimina con rapidez y, entonces, el cuerpo se llena de toxinas. La carne de cerdo es la que tiene la vibración más baja; por lo tanto, deberías evitar completamente su ingestión.

Si estás acostumbrado a comer carne, no lo dejes por completo. Es conveniente que reduzcas su ingestión gradualmente porque de lo contrario podrías producir un gran desequilibrio en tu cuerpo. Es verdad que hay personas que han comido carne toda su vida y han sido muy saludables; pero seguramente no han llegado a desarrollar un gran conocimiento metafísico. Recuerda que tú has comenzado a transitar un camino diferente, en el cual se requiere que seas muy consciente de todo lo que haces.

Comemos para tomar energía de los alimentos; por lo tanto, debes concentrarte en aquellos alimentos que te dan mayor vitalidad. Los vegetales, las frutas y los granos son muy buenos para el cuerpo porque son de fácil digestión y te brindan toda la energía que necesitas. Por lo general, todo lo que tiene vida da más vida; por eso, las ensaladas frescas y las frutas son las mejores.


Si tienes problemas de sobrepeso o, por el contrario, un peso menor al necesario, debes hacer un esfuerzo para mejorarlo. Consulta con un nutricionista, cambia tus hábitos alimenticios, ama tu cuerpo. No te sometas a dietas tortuosas: ése no es el camino ideal. El proceso tiene que ser amable y gradual porque debe ir acompañado también de un cambio de ideas.

MEJORAR LA POSTURA PERSONAL


Cuando una persona está cansada, los hombros permanecen bajos y la columna se encorva. Si ésta es tu postura habitual, tu vibración personal será siempre muy baja.
Tienes que enderezar tu columna, mantener la frente alta, los brazos firmes y las piernas listas para la acción. De esta manera, la energía vital recorrerá con facilidad todo tu Ser.
Para eliminar la depresión o cualquier angustia, sólo tienes que dar palmadas en tu pecho, al estilo Tarzán. Si gritas, mejor aún. Pruébalo ahora mismo y notará el gran cambio de vibración.

CÓMO ALCANZAR LAS VIBRACIONES MÁS ALTAS

Además de las recomendaciones prácticas que hemos visto para elevar tu energía personal, existen otras que te ayudarán a conectarte con tu Divinidad; de esta manera, experimentarás la vibración más alta gracias a la cual se producen los milagros.

EL SONIDO "OHM"

La repetición de "mantras" o palabras de poder, por lo general de origen sánscrito, ayudan a cambiar la vibración de cualquier situación.

El mantra más simple y efectivo es el del sonido "Ohm" o sonido del Universo. Debes respirar hondo y, al exhalar, pronunciar lentamente "Ohm" haciendo hincapié primero en la vocal y luego en la consonante.

La vibración de este sonido te unifica con el Universo y es muy útil para disolver cualquier emoción o situación negativa. Debes repetirlo, por lo menos, durante quince minutos. Recuerda el autor que cuando tuvo su última crisis emocional entraba en meditación repitiendo este mantra y así logró disolver las emociones negativas, miedos y angustias. En ese momento lo hacía tres o cuatro veces por día. El sonido "Ohm" le ayudó a recobrar su eje y a elevar su energía personal a un nivel muy alto.

Cuando uno comienza a repetir "Ohm", lo primero que viene a la mente son todos los problemas y pensamientos que se quieren evitar. Lejos de alcanzar más paz, uno se siente abrumado. Pero, al continuar repitiéndolo, dichos pensamientos comienzan a diluirse poco a poco. La sensación de paz y bienestar se hace inevitable después de unos minutos de práctica.

LA INVOCACIÓN DE LOS ÁNGELES

Entre Dios y nosotros se encuentran los Ángeles. Ellos son Seres de Luz y Amor que tienen la función de ayudarnos en nuestra evolución.

Estas presencias divinas están dispuestas a colaborar y resolver cualquier tipo de cuestión que nos aflija. La solución que ellos manifestarán será siempre una forma de paz y armonía para todos. Si te encuentras envuelto en un problema de pareja, si no te sientes feliz en tu trabajo, si tienes alguna dolencia física o cualquier otro tipo de problemas, pide ayuda a los Ángeles. Ellos están listos para entrar en acción y manifestar lo mejor para ti.

Ninguna entidad espiritual puede intervenir en nuestra vida sin antes habérsele concedido el permiso para hacerlo. Esto es debido a que tenemos libre albedrío; es decir, que podemos elegir resolver todos los problemas por cuenta propia o bien pedir ayuda al cielo.
Para invocar la ayuda de los Ángeles, hay que hablar desde el Corazón, con profundo sentimiento y honestidad. No es conveniente pedir una solución determinada porque quizás ésta no sea la más feliz; sólo debe ponerse el problema en sus manos y confiar en que la solución que se manifestará será la más conveniente para todos. La energía de los Ángeles es muy elevada y cuando uno entra en contacto con ellos, se siente una profunda paz y alegría, y se hace inevitable sonreír.

Cuando tengo que ir a algún lugar a negociar o pedir algo, les pido que vayan delante de mí y que realicen la operación por mí. Así, el tema ya estará resuelto cuando yo llegue.
Cuando estoy en conflicto con alguna persona en particular, le pido a mi Ángel Guardián que hable con el Ángel Guardián de esa persona, a fin de que juntos manifiesten lo mejor para ambos.

Todo lo que hay que hacer para obtener su ayuda es pedir. El acto de pedir nos lleva a ser humildes y a reconocer que solos no podemos resolverlo todo. Cuanto más dominada esté la persona por su ego, menor será su disposición a pedir ayuda. Aquellas personas que no saben pedir ayuda, tarde o temprano comienzan a tener problemas en sus rodillas porque éstas representan nuestra humildad y nuestra capacidad para arrodillarnos frente a otros. Cuando uno se ha vuelto rígido a causa de su orgullo, el cuerpo comienza a sufrir.

Invoca la ayuda de los Ángeles al comenzar el día y pídeles que manejen tu agenda y tus actividades para hacer que tu día sea feliz y productivo.

Autor: Horacio M. Valsecia -